domingo, 4 de octubre de 2009

Que mas da...

No hay razón alguna para pedir disculpas, ni vos ni yo somos culpables.

Nuestros caminos se cruzaron por casualidad y por casualidad seguimos juntos por uno que nos separó al final.

Mi inmadurez me ha llevado a insultarte, tu indecisión me ha lastimado.

Y es que ahora ni las palabras ni las actitudes regresaran el tiempo perdido, y simplemente lo seguiré perdiendo si me quedo esperándote.

¿Cuánto mas tendré que esperar para que sanen las heridas? Pregunta que a diario me hago y no encuentro respuesta.

A veces mentí y ahora no queda nada mas que aclarar, lo que no se dijo ya no importa pues hay palabras que sobran y, para nosotros, el silencio será mejor.

Pero es que hay momentos en que quisiera saber si me extrañas, si te hago falta... si pensas en mi.

Probablemente me este aferrando a algo que ya no existe o, quizá, sea un sentimiento de verdad.

De todas maneras lo que paso ya no volverá a pasar y seguiremos cada quien su camino, aunque yo, seguiré con la esperanza de volverme a cruzar por el tuyo.

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